ALFREDO TENA... EMBLEMA DEL AMERICA EN LA DECADA DE LOS 80s |
A la hora de un
título o de una victoria sólo nos acordamos de los hombres que marcaron los
goles del triunfo o de las grandes atajadas de nuestros porteros.
pocas
veces destacamos la labor tan importante que juegan los defensas centrales en
un parado táctico, pues no sólo representan la última barrera antes de la
portería, sino que también a unos auténticos líderes, quienes de sus gritos y
coordinación depende que el equipo rival caiga o no en fuera de lugar.
Sus decisiones en fracciones de segundo pueden originar un penal, una tarjeta
roja o una barrida de película que evite que el jugador rival quede solo frente
al portero.
Hay motes que se quedan para la eternidad, que se ganan a
pulso, nombres que se unen a un calificativo o sustantivo y que quedarán
amalgamados para siempre, no cualquiera conserva un rango como
el de Capitán dentro y fuera de la cancha pero este es el caso de Alfredo Tena “el
Capitán Águila” que inició, creció y se retiró con la camiseta águila tatuada
en el torso, con esos colores que lo llevaron incluso a ser Director de Fuerzas
Básicas y entrenador del equipo en Primera División. Aquel
jugador de espalda ancha y pelos necios con su 1.85 metros de altura que no fue
poseedor de gran técnica pero que la compensaba con el incansable corazón que
disputaba cada pelota.
Recordar aquel
mítico número 4 a la caza de los
adversarios sin dar cuartel, tomando velocidad para despojar al contrario sí o
sí del balón sin piedad barriendo de manera impecable. No se
levantaba aun cuando ya estaba arengando a sus huestes a seguir en la batalla
ordenando a aquella defensa americanista de época conformada por Armando Manzo, Vinicio Bravo y
Mario Alberto Trejo. Muy
joven, a los 18 años Alfredo Tena
Garduño debuta con los azulcremas ante uno de los acérrimos rivales, el Cruz
Azul. Alfredo se volvió uno de los capitanes más jóvenes del futbol mexicano y
tal vez el más joven en toda la historia del Club América y el que por más años
ha portado el gafete con los de Coapa.
Lo
ganó todo con su querido América y es junto con Cristóbal Ortega el
futbolista más ganador del Club con 14 títulos en diferentes torneos destacando
6 campeonatos de Liga, una lesión le
privó de jugar la final del torneo 1990-1991 cuando Pumas de la UNAM se
proclamó campeón tras empatar 3x3 en el global pero la regla del gol de visitante
le daría el título a los felinos, tal
vez si el Capitán Furia hubiera estado en la cancha en ambos cotejos la
historia hubiera sido otra.
Alfredo
Tena, a pesar de su posición de central consiguió varios goles, la mayoría
llenos de garra de los cuales dos son los que más se le recuerdan; uno desde media cancha que le
anotó al Atlas a balón parado y el que él mismo llama el mejor de
su carrera, el gol de cabeza que le anotó a las chivas en la final de
1983-1984.
El 4 americanista no daba cuartel cuando veía
la camiseta rojiblanca a rayas, él era uno de los grandes núcleos que generaban
la pasión que se vivía en los clásicos de los ochenta, la época en que los
clásicos se jugaban a muerte. Recordemos aquel mega pleito en la
semifinal de 1983 donde Alfredo
le da dos tremendos derechazos a Eduardo “Yayo” de
la Torre.
Pero la bronca más fuerte que vivió el Capitán
Furia y América vs Chivas en general fue aquella del Clásico de Clásicos
de 1986 donde después de unas patadas sobre Carlos Hermosillo se arma la
campal, Tena
golpeó a cerca de 5 jugadores comenzando
con una espectacular patada voladora a Torres.
Su
último gol en Primera División se lo anotó al Veracruz en la temporada 1990, Para Alfredo Tena, realmente su retiró fue el
día que salió del nido de Coapa en 1991 ya que en 1992 se enroló con los Tecos
para jugar una temporada más y vestir raramente una camiseta que no era la
amarilla. Alfredo jugó solo dos partidos con los Tecolotes y se retiraría esa
temporada, una pena que el emblema más grande del Club América no se haya
retirado con la camiseta amarilla con un digno homenaje y frente a su afición
en el Estadio Azteca.